—Em, ¿cómo estás? ¿Quieres hacer turismo conmigo? —preguntó Maxim a Emmelyn después de tocar a la puerta. Horatio le había dicho que Emmelyn había salido con Kira después del almuerzo y ahora estaba descansando.
Emmelyn abrió inmediatamente la puerta y dejó entrar a Maxim. —Hola... claro. Pero, ¿no estás cansado? Horatio me dijo que pasaste mucho tiempo en tu estudio hoy. Quería ir a verte después de que Kira y yo volviéramos del exterior, pero no quería molestarte.
—Nunca me molestas —respondió Maxim con una sonrisa. Entró a la cámara y miró alrededor. —¿Estás contenta con tu cámara? ¿Necesitas algo?
Emmelyn pensó que la cámara era muy bonita y no le faltaba nada. Así que, negó con la cabeza. —No... todo está perfecto.
Ella notó su expresión sombría y se preguntó si algo malo había ocurrido. Emmelyn tocó el brazo de Maxim y le preguntó, —¿Estás bien? Te ves realmente triste.
—¿Sí? —Maxim parpadeó y miró hacia otro lado, tratando de esconder su dolor.