El viaje a Castilse fue mucho más relajante que antes. Caminaron hasta la ciudad más cercana llamada Belem y allí recogieron sus caballos.
Los animales estaban bien cuidados en un establo bonito y habían descansado adecuadamente. Así que, cuando Maxim y su grupo recuperaron sus caballos, todos estaban frescos y listos para partir.
—Deberíamos partir ahora para poder llegar al próximo pueblo y reagruparnos con toda mi gente. Luego, podemos descansar una noche allí. Una vez que estemos frescos y bien descansados, podemos continuar viajando —les dijo Maxim a todos.
Kira y Lisandro asintieron en acuerdo. Emmelyn en realidad quería llegar a Castilse lo antes posible pero comprendía que sus amigos debían estar cansados.
Habían estado viajando sin parar durante casi seis semanas desde Castilse para ir por ella y luego regresar de nuevo. Emmelyn casi había perdido la noción del tiempo.