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—No sé quién es esa persona. Pero mi conocido me dijo que parecía ser un buen hombre ya que solo prometió la recompensa a quien pudiera llevarme a salvo hasta él. Los caballeros a sueldo en Terra conocen su contacto.
—Suena realmente misterioso. ¿No quieres saber quién es? —preguntó Maxim de nuevo—. Cincuenta mil monedas de oro es mucho dinero.
—Duh.. Lo sé. Si pudiera conseguir ese dinero vendiéndome a él, ahora podría vivir cómodamente... —Emmelyn se rió de su propia broma. Ella resopló y le lanzó una mirada de reojo a Maxim—. Solo estoy bromeando.
Ella añadió, —Mira, me importa un comino quién sea él o el rey de Summeria y por qué me quieren o quién es esa extraña mujer que afirmó ser yo y me metió en tantos problemas. Solo quiero encontrar a Myreen y conseguir que los Leoraleis levanten su maldición.
