—¡Su Alteza! ¿Qué le está haciendo a mi sobrina? —La voz del Duque Preston resonó desde la entrada. Marte estaba sujetando con fuerza los hombros de Ellena y la sacudía para exigir respuestas cuando llegó el anciano duque.
—Tío... no-no pasó nada... —Ellena retrocedió y se liberó del agarre de Marte mientras el hombre se sobresaltaba por la repentina aparición del Duque Preston.
Ella rápidamente se secó las lágrimas con la manga y miró a Marte suplicante. —Nosotros... solo estábamos hablando sobre... la reina. Por eso estoy llorando....
Marte recordó que Ellena le suplicó que no le dijera a su tío que había ayudado a Emmelyn a escapar. Podía ver cuánto temía Ellena al duque y cómo le mentía sobre lo que había pasado entre ella y Marte.
¡BAM!
El príncipe apretó los puños y golpeó la mesa para sorpresa de todos. Siempre se le conocía como un hombre con una personalidad tranquila y casi nunca mostraba su enojo en público. Pero hoy parecía tan aterrador y emocional.