—Su Alteza —los saludó cortésmente—. ¿Sucede algo?
Marte se levantó de su asiento y dio la bienvenida al anciano médico. Trató de parecer tranquilo para no preocupar a su esposa.
—Bueno... nos gustaría que revisara el embarazo de Emmelyn y nos dijera cómo va —dijo.
El Señor Vitas asintió. Se acercó a Emmelyn y le tomó el pulso. Luego, se volvió hacia ellos y sonrió.
—Todo parece estar bien.
—Oh... —Emmely presionó sus labios cuando escuchó eso. Ella y Marte intercambiaron miradas. Seguramente el Señor Vitas no mentiría, ¿verdad?
—¿Pasó... algo? —preguntó el Señor Vitas.
Emmelyn suspiró y poco a poco le contó lo sucedido y lo preocupados que estaban. El viejo sólo sonrió cuando escuchó sus preocupaciones.
Ah... encontraba la situación muy conmovedora y no pudo evitar sonreír. Podía entender que, como padres jóvenes, no sabían realmente qué esperar respecto a su embarazo.