Al día siguiente.
Li Xue llegó temprano a visitar su empresa primero en la mañana. Pero cuando llegó, Xiao Meng la detuvo fuera de la oficina de Lin Xinyi.
—Hermana Xue, lo siento, pero creo que no será bueno que entres ahora mismo —la joven asistente dijo, acercándose a Li Xue, en el momento en que la vio a punto de tocar a la puerta de la oficina.
Las cejas de Li Xue se fruncieron mientras preguntaba:
—¿Por qué? ¿Está Hermana Xinyi ocupada con algo?
Xiao Meng asintió, ajustando sus gafas en la nariz. —Sí, Hermana Xue. Ahora mismo, Hermana Xinyi está con alguien en una reunión y las personas parecían un poco importantes —dijo de repente, deteniéndose y acercándose para susurrar algo en su oído—. ¿Y sabes, Hermana Xue, al ver a este cliente venir a la oficina de Hermana Xinyi, las otras modelos de la empresa están diciendo que la empresa te está favoreciendo?
