De vuelta en Pequeños Claveles,
Li Xue salió del baño envuelta en una bata después de tomar un profundo y cálido baño. Su piel, luciendo sonrosada y fresca. Sus ojos se entrecerraron un poco, al ver a una pequeña figura revolcándose en su cama. Sus labios, dibujando una leve sonrisa, sabiendo bien quién estaba debajo de la manta de esa manera.
Sin decir una palabra en la escena, primero fue al clóset a vestirse para luego poder volver y disfrutar de la diversión. Pero justo antes de poder terminar de vestirse, oyó la dulce pero diabólica voz de la princesa llamándola desde fuera.
—¡Mamá! ¡Mamá! ¿Dónde estás, Mamá? Tu princesa diabólica ha venido a salvarte de la oscuridad. No tengas miedo, ella siempre te protegerá. La pequeña dijo su discurso de pequeño caballero desde afuera y la madre no pudo evitar sonreír ante la ternura de su hija.