—Por supuesto, ¡clemencia! Aunque ella ha olvidado las cosas entre nosotras, jamás olvidaría que una vez la consideré mi mejor amiga. Y con las amigas, nunca podría ser tan dura —habló. Cada una de sus palabras rezumaba un significado secundario completamente opuesto a la expresión literal de sus palabras.
—Li Xue, ¿puedes decirme en palabras claras qué está pasando en tus planes? ¿Y qué significa realmente tu clemencia aquí? —Su Fai podía sentir todo claramente, pero incluso después de sentir todo eso, estaba muy lejos de adivinar lo que pasaba por la mente de Li Xue.
—Nada tan serio como estás pensando. Mi clemencia significaba exactamente lo que quería decir literalmente, Su Fai —dijo tratando de provocar más al hombre, pero al verlo fruncir el ceño ante sus palabras retorcidas, sacudió la cabeza y reveló las cosas en un sentido que él pudiera entender—. Ay, es simple. Le permitiré tener éxito en conseguir todo lo que desea.