Li Xue sentía su corazón latir contra su pecho mientras coincidía con los labios de Feng Shufen tal y como él la guiaba. A veces rozándolos, a veces lamiéndolos, a veces simplemente rindiéndose a las caricias, ambos compartían con el otro.
Sus labios, abriéndose un poco para darle más acceso, mientras a veces su lengua jugaba con la suya, pidiendo la dominación.
Todas sus acciones solo hacían que él sisease y gemiese. Aunque sus movimientos eran inexpertos, todavía era capaz de excitarlo como nadie más podría hacerlo.