—Al mismo tiempo en la gran sala de conferencias de Feng Internacional —Todos los altos ejecutivos estaban sentados alrededor de la enorme mesa de cristal con una extrema perplejidad reflejada en sus expresiones. Sus ojos estaban fijos en el hombre que estaba en la cabecera con una leve curvatura en los labios que, por primera vez, no parecía la sentencia de muerte de alguien. Más bien, parecía una curvatura de admiración. Esta era la primera vez que veían esa sonrisa suya y no podían creer lo que veían.
—Pero esa sonrisa no era lo único que los había dejado atónitos, sino también las pequeñas notas de voz que habían escuchado hace unos momentos. ¿Acaso su Presidente acaba de ser amenazado en la llamada y además por alguna mujer? ¿Quién era tan valiente?