—Ninguna de estas es adecuada. ¿No has tenido en cuenta el requisito que te pedí que vigilaras estrictamente? ¿Cómo es posible que ninguna de estas mujeres esté siquiera cerca de lo que esperaba? —Como se esperaba, justo después de llegar a la última página del archivo, la Reina preguntó, cerrando con un golpe todos los portafolios de modelos tradicionales y culturales.
—Su Alteza, ¡mis disculpas! Pero estas eran las mejores entre todas las modelos tradicionales y experimentadas en Chiboa —la secretaria explicó su lado pacientemente. Trabajando con la dama durante casi un año, ya había adquirido suficiente experiencia y valentía para no inmutarse en situaciones así. No es que la Reina fuera una persona feroz todo el tiempo, pero siempre se vuelve estricta cuando se relaciona con su trabajo y deber—.