—Señor Han, esta vez tengo una oferta mejor para usted —dijo Wen Sying por teléfono mientras pasaba las páginas de una revista con tranquilidad. Su rostro mostraba el arco de una sonrisa malvada—. Pero depende de usted si quiere tomar esa oferta o simplemente dejar que su oportunidad se le escape de nuevo.
Una sonora carcajada resonó del otro lado de la llamada antes de que las palabras se dispararan a la audibilidad. —¿Una oferta mejor otra vez, Ms Wen? ¿No fueron esas las mismas palabras que usted y su agencia usaron hace 5 años para atraerme a la trampa? Jaja… Ms Wen definitivamente es demasiado ingenua al pensar que seré un hombre tonto como para caer en la misma trampa dos veces.