Pronto las voces se alternaron una tras otra, mientras el primer orador se acercaba al podio para dar sus pensamientos y otros lo desafiaban por las explicaciones. Entre todo esto, cada par de ojos estaba fijo solo en una pequeña figura que estaba sentada en silencio en el medio del escenario.
Al ver a la pequeña así, todos pensaron que ya debía estar lo suficientemente asustada como para no procesar lo que sucedía a su alrededor. Además, los estudiantes ya estaban usando palabras de clase secundaria. ¿Cómo podría una niña de clases inferiores comprender esos significados difíciles sin preguntar a su maestro?