Después de envolver las cosas arriba, pronto Feng Shufen bajó las escaleras con WeiWei en brazos. Sus ojos, ya encontrando a su mujer en la cocina, trabajando con naturalidad. Viéndola trabajar así, cualquiera diría que la cocina ha sido su área de experiencia, y que nadie podría superarla en su campo de talento.
Ahora, viéndola allí, él sintió que ella había tomado la decisión correcta al no dejar atrás su interés en la carrera de chef. Si lo hubiera dejado, junto con el arrepentimiento, habría venido el desperdicio de su talento. Conociéndola bien, estaba seguro de que el desperdicio de talento hubiera sido lo que más hubiera lamentado, en lugar de disfrutar su éxito en la industria de la moda.
De repente sintió suaves golpecitos en los hombros que atrajeron su atención.
