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Tía Shu estaba extremadamente deprimida por la noticia de que Ran Xueyi se mudaba. Estaba aún más triste por el hecho de que Ran Xueyi planeaba mudarse mañana. Tía Shu se esforzó tanto en convencer a Ran Xueyi de quedarse un poco más, incluso solo unos días, pero la joven era demasiado terca y decidida para mudarse, así que los trucos de Tía Shu no tuvieron efecto alguno en ella.
En ese momento, Ran Xueyi estaba empacando sus cosas en su maleta. No había mucho ya que solo trajo algunas cosas con ella. En cuanto a la ropa, las joyas y los zapatos que Song Yu Han consiguió de su amigo como 'regalos', solo tomó algunos de los que realmente le gustaban y los puso dentro de su maleta.
Durante este tiempo, Tía Shu intentó muchas cosas para hacerla cambiar de opinión. Cocinar sus platos favoritos, contarle historias de cuando era más joven e incluso decirle lo ingratos que eran sus hijos por dejarla sola en su vejez. La anciana incluso le dijo que Song Yu Han estaría muy triste cuando regresara a casa y viera que su esposa no estaba allí para recibirlo.
Ran Xueyi solo pudo reírse cuando vio todo esto suceder ante sus ojos. Nunca vio nada tan reacio a verla partir como Tía Shu. Cuando se fue de la familia Ran, solo el mayordomo principal estaba allí para verla salir. Ese mayordomo no pudo dejar pasar la oportunidad de incluso amenazarla con la autoridad de sus padres sobre ella.
En cuanto a sus buenos padres y hermana, no había necesidad de mencionarlos ya que solo la querían a su lado para manipularla y engañarla.
Y por mucho que Ran Xueyi quisiera quedarse en esa villa y no hacer nada, simplemente holgazanear... No podía renunciar a sus sueños de conquistar el mundo del entretenimiento. No quería ser una mujer mantenida que solo pudiera depender de un hombre.
No, eso era algo que ella no quería.
La primera y segunda vez fueron suficientes, Ran Xueyi ya no dejaría pasar nada más y no permitiría que Song Yu Han manejara sus problemas por ella otra vez.
Arrastrando su maleta hacia la puerta de entrada, Ran Xueyi miró hacia atrás. Tía Shu estaba secándose los ojos mientras las lágrimas caían de ellos.
—Tía Shu, ¿por qué lloras? Solo me mudo a la Capital Imperial y nos volveremos a ver. Además, Song Yu Han podría venir y traerte allí a visitar. Así que, por favor, no llores más o te saldrán algunos cabellos blancos más en la cabeza y arrugarás tu hermoso rostro —dijo Ran Xueyi.
—¿Qué hermoso rostro? ¡Ya soy vieja y mi cabeza ya está blanca! —Tía Shu hizo una pausa por un momento y finalmente suspiró—. Está bien, puedes irte. Pero tan pronto como Xiao Han regrese, le diré que se mude también a la capital. Ustedes dos son una pareja casada. Es malo para ustedes dos permanecer separados tanto tiempo —respondió Tía Shu.
Ran Xueyi asintió.
Con sus cosas ya empacadas y puestas en el maletero de su coche, Ran Xueyi le hizo una seña a Tía Shu mientras giraba el volante y salía del recinto de la villa hacia la ciudad.
En lugar de pasar por el problema de dejar su coche en la ciudad y volar a la capital, Ran Xueyi corrió el riesgo de conducir durante varias horas hasta la capital. Ir en avión era lo más rápido pero también bastante problemático. La mayoría de los aeropuertos de la ciudad eran propiedad de personas cercanas a la familia Ran y Yang. Si veían su nombre en la lista de pasajeros a bordo, inmediatamente notificarían a sus padres. Eso sería demasiado desastroso.
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Por lo tanto, Ran Xueyi reprimió la pereza en sus huesos y se armó de voluntad para conducir ella misma durante varias horas.
Después de horas de conducir, Ran Xueyi finalmente vio un gran letrero al lado de la carretera señalando que ya casi estaba allí. La capital era aún más maravillosa y brillante que la ciudad que la rodea. Era el centro de atracción y el campo de juego de todos los socialités y familias prominentes del País de la Flor.
Los edificios de gran altura, la alta tecnología que algunas ciudades no podían lograr obtener, todo se encontraba en la capital. Y, por supuesto, los precios de las cosas aquí eran mucho más caros que en las provincias y ciudades de menor categoría.
Parando en un restaurante para almorzar, Ran Xueyi pidió algunas cosas antes de descansar en su mesa. Comparado con la ciudad donde la gente podía reconocer los rostros de todos a primera vista, Ran Xueyi no estaba preocupada por salir sin llevar un disfraz.
Ahora mismo, era solo una persona normal comiendo en un restaurante en la capital. Su fama y título como actriz ni siquiera valían la pena mencionar en la bulliciosa Capital Imperial donde se producían y aclamaban varias Reinas de la Actuación y Emperadores.
Además, estas personas no eran tan fanáticas de los artistas. Lo que adoraban en la capital no eran otros que los miembros de las grandes y prominentes familias de allí. Se agrupaban dondequiera que estos magnates estuvieran e intentaban arduamente llamar su atención y querían acercarse a ellos.
Después de que el camarero regresó con su comida, Ran Xueyi no comenzó a comer de inmediato. Miró fijamente la enorme televisión contra la pared que transmitía los escándalos y noticias de la capital. Quería recopilar tanta información y problemas recientes que habían ocurrido en la capital mientras comía.
'¡Clic!'
Mientras tenía toda su atención en la doble tarea, un sonido de clic acompañado por un destello de luz rompió su enfoque. Ran Xueyi giró hacia donde sonó y vio que la mesa junto a ella estaba ocupada por dos estudiantes de secundaria.
Los dos se asustaron cuando la vieron girar y sonrieron incómodamente. Estaban avergonzados de que la dama extremadamente hermosa sentada junto a su mesa descubriera que estaban tomando fotos de ella.
—Lo sentimos —dijeron los dos estudiante.
—¡La borraremos! —exclamaron al unísono, llamando la atención de los demás cercanos a sus mesas.
Levantaron las cejas, algunos fruncieron el ceño y los miraron. Sin embargo, sus ojos finalmente se posaron en la joven vestida con ropa casual y con el cabello recogido en una cola de caballo, elegante y seductora.
La observaron un poco más. Ran Xueyi estaría mintiendo si dijera que no se sentía un poco nerviosa al ser mirada por extraños. Sin embargo, sus experiencias como actriz durante una década la ayudaron a calmarse, haciendo que las personas que la observaban se sintieran un poco avergonzadas de sus acciones y pensaran que Ran Xueyi era muy agradable a la vista y se asombraron de que pudiera mantener la calma en esta situación tan angustiosa.
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