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Ran Xueyi frenó el coche abruptamente, sintiendo su corazón latiendo fuertemente en su pecho al casi atropellar a un peatón.
—¿¡No ves que está en verde!? —la mujer, a quien casi golpeó con su coche, le gritó y le hizo la señal del dedo del medio a Ran Xueyi.
Ran Xueyi rápidamente bajó la ventana para disculparse, pero la mujer ya se había dado la vuelta.
Después de este incidente, condujo su coche hacia un bar de renombre donde ella y su círculo de amigos solían frecuentar. A esta hora, ninguno de sus amigos debería estar en el bar ya que todavía es temprano por la mañana. Sin embargo, quería tomar una copa o dos para adormecer el dolor en su corazón.
Al abrir la puerta del bar, Ran Xueyi vio que estaba vacío, como esperaba, excepto por el camarero que limpiaba las mesas y el barman que limpiaba una copa de vino detrás de la barra.
Y desde una de las sillas frente a la barra, había un hombre sentado en un traje negro, con la espalda recta como una vara.
—Señorita Xueyi, ha llegado temprano —dijo el barman dejando la copa de vino y dándole la bienvenida calurosamente.
Ran Xueyi se sentó en una de las sillas frente a la barra y le dijo al barman:
—Quiero un vodka.
El barman parpadeó y respondió:
—¿Está segura?
Ran Xueyi asintió.
El barman se ocupó de preparar su bebida mientras Ran Xueyi recibía una llamada de su amiga, Qiu Lia.
Ran Xueyi intentó calmar sus nervios y contestar la llamada. —¿Hola?
Del otro lado de la línea, escuchó la voz de Qiu Lia resonar en sus oídos, diciendo:
—Xueyi, ¿todavía estás en el campo? ¿Puedes comprarme obras de Pan Li Yun? Mi padre no deja de hablar de sus pinturas.
Ran Xueyi mordió sus labios y respondió:
—Estoy en el bar de James.
James era uno de los amigos de infancia de Ran Xueyi y el hombre que poseía el prestigioso Club Phoenix. Cada niño rico y empresario adinerado visita el bar para disfrutar de una vida separada del trabajo y los eventos estresantes de su vida real.
Y como amiga de infancia de James y copropietaria del bar, Ran Xueyi no necesitaba una tarjeta VVIP para entrar al bar por la mañana.
Qiu Lia no respondió durante mucho tiempo, incluso Ran Xueyi pensó que la otra había colgado. Pero al mirar la pantalla de su teléfono, la llamada seguía conectada.
Desde el momento en que salió de la mansión, Ran Xueyi sintió que su mundo se había derrumbado. Por lo tanto, quería a alguien que la escuchara.
—Lia... ¿sabes quién es la mujer de Yang Baihua? —Ran Xueyi agarró el vaso de vodka frente a ella y lo bebió de un trago, sintiendo la quemazón del alcohol en su garganta. Antes de que su amiga pudiera decir algo, expuso todo:
—¡Era Song Qian! ¡Era su secretaria todo el tiempo!
Al escucharla, Qiu Lia exclamó:
—¿Cómo lo descubriste? ¿Los viste juntos?
¿Cómo lo descubrí? Ran Xueyi miró su vaso incrédula. —¿Ya lo sabías?
Un silencio ensordecedor respondió a su pregunta. Ran Xueyi ya podía imaginarse a esta amiga suya entrando en pánico después de soltar algo que no debía.
—Lo sabías y nunca me dijiste nada.
Qiu Lia vaciló antes de decir:
—Lo siento mucho, Xueyi. Quería decírtelo cuando los encontré juntos, pero todos me detuvieron. Me amenazaron con que si te contaba el secreto de Yang Baihua, me expulsarían del círculo.
—¿Quién más sabía su secreto? —preguntó Qiu Lia.
—T-todos... —respondió con voz temblorosa.
¡Bang!
Ran Xueyi golpeó el vaso contra la barra. Se rompió en pedazos, y su mano que sostenía los fragmentos sangraba.
—¿Xueyi? ¿Qué fue ese ruido? ¿Estás bien? —la voz de Qiu Lia provenía del teléfono.
Ran Xueyi se rió y respondió con ira:
—Ahora, ¿te comportas como una amiga?
Antes de que pudiera responder a la réplica de Qiu Lia, Ran Xueyi presionó la pantalla del teléfono y terminó la llamada.
¡Qué buen prometido, familia y amigos tengo!
Yang Baihua, Song Qian, sus padres y amigos... Estas personas se reían de ella mientras se hacía la tonta, corriendo y sonriendo como un payaso. No tenía idea de que todos ellos le mentían, incluso sus amigos más cercanos eligieron mantener el secreto de Yang Baihua.
Pensando en esto, la boca de Ran Xueyi se curvó hacia arriba, revelando una sonrisa burlona. Luego, miró hacia arriba al barman, que la había estado observando.
La Ran Xueyi que él conocía era una mujer gentil y hermosa, pero en este momento, la mujer frente a él estaba desprendiendo un aura extremadamente oscura y maligna.
Era como ver a un ángel convertirse en un villano o un demonio.
Ran Xueyi ya no se preocupaba por la imagen que había creado para impresionar a Yang Baihua. Para que él la apreciara, se aseguró de ajustarse a su gusto en mujeres, amable, compasiva, gentil y amistosa.
Sin embargo, ahora que sus mentiras habían salido a la luz, ya no necesitaba mantener las apariencias.
En cuanto a lo que debería hacer después de esto...
Ran Xueyi sonrió con desdén. Tenía algo en mente, pero necesitaba a alguien que se convirtiera en su cómplice para que sus planes tuvieran éxito.
—Señorita, ¿está bien? —De repente, una voz masculina sonó a su lado. —Su mano está sangrando. —Sacó un pañuelo negro del bolsillo de su pecho.
Ran Xueyi se giró para mirar al hombre y se detuvo.
El hombre sentado a una silla de distancia de ella tenía el cabello corto y llevaba un traje negro ajustado. Con solo echar un vistazo a su rostro, asumirías que era un famoso actor de la lista A que era popular por su guapo rostro.
Sin embargo, Ran Xueyi conocía a casi todos los principales actores e ídolos de la industria del entretenimiento, y nunca había visto a este hombre antes.
El hombre movió sus ojos y parpadeó. Estaba esperando que ella tomara el pañuelo.
De repente, a Ran Xueyi se le ocurrió una idea descabellada.
En lugar de tomar el pañuelo que el hombre le ofrecía, Ran Xueyi tomó su mano.
—Señor Guapo, ¿tienes novia?
El hombre guapo:
...