—¡Qué tacaño! Curar este tipo de herida ni siquiera tomaría tanto de la habilidad de tu gato! —El General Ryan estaba completamente molesto.
Kyle miró al General Ryan. —En ese caso, ve y busca otro curandero.
El General Ryan casi vomita sangre.
Sintió que este hijo suyo fue enviado especialmente para fastidiarlo. No importa lo que él dijera, su hijo siempre le gustaba refutarlo y le hacía enojar tanto que quería golpear a este hijo suyo hasta dejarlo irreconocible.
Era lamentable que no pudiera hacer eso.
—Voy a llevar a Gatita a tratar a tus soldados primero. —Kyle entonces caminó con arrogancia hacia la base militar.
Kate miró al General Ryan que parecía como si hubiera sufrido de estreñimiento y silenciosamente encendió una vela en su corazón. Sentía que Kyle realmente disfrutaba provocando a su padre y eso no cambiaba incluso cuando su padre estaba tratando con tanto esfuerzo de mejorar la relación con su hijo.
Pobre General Ryan.