Tardó Kate unos minutos en terminar de sanar a los otros oficiales de alto rango antes de sentir que su poder casi se había agotado.
—Maullido
Viendo los ojos de Kate que parecían suplicar, Kyle miró a su padre y estiró la mano —Cristales Verdes.
—Está bien, está bien —a General Ryan no sabía si reírse o llorar cuando vio a Kyle siendo tan directo con él. Sin embargo, ya había prometido que le daría a Kyle los cristales verdes para Gatita, así que se los daría.
Pronto, su subordinado regresó con la caja y Kyle los tomó. Los abrió y vio unos cientos de cristales verdes en su interior.
—Daré más cuando tu gatita trabaje de nuevo
—Ok
Kyle observó cómo Kate entraba felizmente en la caja y dejaba que los cristales verdes se fundieran en su cuerpo. Todavía había algunos cristales verdes dentro de su espacio, pero había aprendido a controlar su espacio para dejar de absorber de vez en cuando.