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—¿Maullido? —¿Me lo estás preguntando a mí?
Kate estaba desconcertada cuando escuchó que Kyle le preguntaba. Miró la cara de Kyle con una expresión vacía.
Si tenía que ser sincera, ella misma no lo sabía. Podía usar fácilmente sus habilidades para curar a otros, pero al mismo tiempo, sabía que era a una tasa anormal que era mucho más alta que la de las personas normales.
No había forma de que la tratasen como un gato normal después de eso.
—¿Cuál es tu respuesta, Gatita? —preguntó Kyle con paciencia.
Al lado, el General Ryan pensaba en los diversos métodos de castigo. Realmente quería golpear a su hijo por hacerle una pregunta tan importante a una gatita y permitirle ser la que tomara la decisión.
—¿Estás seguro de que no estás tratando solo de hacerme enojar? —El General Ryan creía firmemente que su hijo estaba empezando a volverse loco al pedirle la opinión a un gato.
¿Pero qué podía hacer?
Sólo podía esperar pacientemente.
—¿Maullido? —¿Qué quieres que haga, Kyle?
