Después de casi dos horas, Kate finalmente salió de su habitación. Su padre había preparado una habitación separada para ella en caso de que quisiera quedarse con ellos. Después de todo, el padre de Kate no quería que su hija se quedase todo el tiempo con Kyle.
En el momento en que Kate salió, parpadeó al ver a Kyle sentado en la sala de estar.
No tenía la costumbre de usar su habilidad para revisar a las personas a su alrededor todo el tiempo. Siempre que estaba con sus padres, le gustaba la sensación de volver al tiempo de paz antes de la lluvia roja y la aparición de estos animales mutados gigantes.
Por eso, se sorprendió un poco al ver a Kyle allí.
—Buenos días, Kate —saludó Kyle.
—Por fin te despertaste —el padre de Kate miró a su hija y sonrió. En el pasado, Kate se levantaría aún más tarde si no había nada que hacer. Y él solo podía dejarla ser ya que no quería molestarla.
Verla despertarse bastante temprano lo hizo feliz.
