Kate sabía que era realmente difícil de aceptar.
Se transformó de nuevo en niña frente a sus padres y su madre la abrazó, llorando una vez más. Dijo con tono angustiado que le parecía familiar el gato, pero no podía precisar por qué.
Cada vez que el gato venía a verla, a la madre de Kate le gustaba mucho. En el pasado, no importaba cuánto le gustara un gato, nunca había sentido algo tan fuerte como esto, por lo cual le pareció bastante extraño.
Ahora, al ver que el gato era en realidad su hija, la madre de Kate estaba aún más angustiada. Se sentía tan mal de que su hija tuviera que transformarse en un gato en este tipo de situación.
—Mamá, estoy bien. Ahora también soy muy fuerte —dijo Kate con una sonrisa—. ¡Incluso soy mucho más fuerte que ese aclamado señor Más Fuerte!
—¿Puedes usar tu habilidad incluso en forma humana? —preguntó el padre de Kate.
