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No es que a Kyle le importaran las personas en Ciudad B. Era principalmente porque también estaban allí los miembros de su familia y los de la familia de sus amigos. Dado que ese era el caso, sería mejor no causarles más problemas.
—Hmm, ya veo —asintió Jake.
—¡Ahora! —gritó el comandante cuando el último miembro sobreviviente del Grupo Sunshine finalmente los alcanzó y los soldados empezaron a disparar a estos animales mutados gigantes.
¡Bang! ¡Bang! ¡Bang!
En medio de la noche, se podía oír el sonido de estas pistolas matando a innumerables animales mutados gigantes. Los insectos eran más difíciles de tratar porque podían volar y eran más rápidos que otros animales mutados gigantes en la superficie. Pero eso no significaba que fueran invencibles.
Había también gente despertada entre los militares que usaba su habilidad para atacar a estos insectos uno por uno o difundiendo su habilidad.
