Las palabras de Jin Liwei hicieron sonreír a Iris. Iluminaron su rostro por completo y la hicieron parecer aún más una novia sonrojada.
—También estoy muy feliz hoy. Te amo, Jin Liwei —le susurró ella.
Sus ojos se oscurecieron con la plenitud de sus sentimientos al oír su declaración de amor.
—Yo también te amo, Long Xiulan... o quienquiera que seas. Mucho —dijo, añadiendo "quienquiera que seas" al recordar sus extrañas preguntas retóricas de hace algunos meses.
La sonrisa de Iris se ensanchó aún más.
Antes de que pudiera pensar en lo que estaba haciendo, ya se estaba inclinando hacia ella y besando sus labios. Las miles de personas en el gran teatro a su alrededor desaparecieron de su percepción. Para él, solo existían su hermosa niña pequeña y él en ese momento.