—Realmente son madre e hija —pensó para sí misma Jiang Ying Yue.
Ella recordó a Iris diciendo palabras muy similares cuando peleó con Long Hui. Jiang Ying Yue le cubrió los oídos al Pequeño Jun, tratando de proteger su inocencia de las palabrotas que Wei Lan le lanzaba a su padre.
Yi Mei era muy eficiente, haciendo señas a una de las criadas más jóvenes para sacar al niño de la cocina.
Wei Lan no se detuvo a pesar de la interrupción. Siguió maldiciendo a Long Hui, Long Tengfei y a todo el clan Long.
Jiang Ying Yue se sintió herida escuchando cómo insultaban a Long Hui. Después de todo, todavía lo amaba, por no mencionar que él era el padre de su hijo. Sin embargo, también comenzaba a resentirse contra él porque Wei Lan tenía razón. Él no los había visitado ni una sola vez desde que se mudó y regresó a la residencia ancestral Long.
