Una gran jaula dorada colgaba en lo alto sobre el escenario. Iris estaba sentada en una pose descompuesta en su interior, tarareando una melodía lúgubre. Cerró los ojos mientras su rostro mostraba una expresión de desolación. Parecía frágil en un vestido blanco de plumas. Los corazones de las personas que la observaban se saltaron un latido al ver su belleza etérea.
No solo las Estrellas Negras, sino todos en la audiencia aplaudieron fuertemente cuando finalmente apareció. Sin embargo, controlaron el volumen de su ruido cuando la oscura melodía y el presagio de marcha batiente se intensificaron como el clímax de un campo de batalla.
Luego todo se quedó en silencio.
Un violín solitario tocaba una melodía familiar, emocionando mucho al público cuando la reconocieron. Finalmente, Iris abrió los ojos. Miró directamente a la cámara y comenzó a cantar.
—Enjaulada y encadenada en un mundo pequeño
Me pregunto cómo será afuera
Un pajarito preso por amor
Muriendo poco a poco por dentro