No solo Clover respondió. Todos los Chua respondieron con un rotundo sí, luciendo muy emocionados.
Iris se rio entre dientes —Entonces está decidido. Dom, ayuda a tu hermana a tramitar sus papeles para que pueda venir aquí inmediatamente después de su graduación.
—¡Sí, jefa! —Dom respondió enseguida.
—¡Oh jefa! ¡Muchísimas gracias!!! —Clover se agarró el pecho, superada por las emociones.
Su madre, Reina Chua, estalló en lágrimas —¡Señorita Xiulaaaaaan! ¡Eres un ángel enviado del cielo para mi familia! ¡Muchísimas gracias! Wuwuwu! Por favor, sigue siendo buena con mi hijo, eh. También dejaré a mi hija menor a tu cuidado. Wuwuwu! ¿Puedo abrazarte?
—Por supuesto, Tía —Iris sonrió a la emocionada señora.
Reina abrazó a Iris fuertemente mientras sollozaba de gratitud y felicidad. Su esposo, Domingo Chua, también tenía los ojos brillantes pero no lloraba como su esposa.