Una expresión suave apareció en la cara de Iris. —Gracias.
—¿Puedes contarnos más al respecto? Me gusta mucho y me gustaría comprar uno para mí.
—¿Qué estás haciendo? —la voz del Director He regañó a la presentadora a través de su auricular.
Sin embargo, la presentadora ignoró al director. Algo le decía que debía seguir esta línea de preguntas. Si no salía nada, solo se disculparía con el director más tarde. Pero si estaba en lo correcto, el programa seguramente se lo agradecería.
—Hmm... No lo compré —respondió Iris.
—¿Oh? Entonces, ¿de dónde lo sacaste? ¿Te lo regalaron?
—Sí, algo así.