—Ya era de noche cuando el jet privado de Jin Liwei aterrizó en el país. Estaba agotado pero también extremadamente emocionado de finalmente ver a su niña pequeña. La extrañaba tanto. Quería abrazarla y besarla lo antes posible, y también felicitarla por el lanzamiento de su nuevo álbum.
—Sus subordinados recogieron a él y a Xu Tian en el aeropuerto. Ellos fueron quienes ayudaron a llevar las compras para los gatitos anteriormente al condominio de Iris e incluso cenaron allí.
—¿Trajiste las cosas que instruí preparar? —preguntó Jin Liwei.
—Sí, Maestro. Todo está empacado en el coche.
—Bien. Al ático.
—Jin Liwei planeó tomar una siesta hasta que llegaran al condominio. Ya estaba sintiendo los efectos del jet lag. Estaba a punto de dormir cuando sus ojos captaron las noticias que se transmitían en una TV pública cercana en el exterior.
—Espera —detuvo al conductor que estaba a punto de arrancar el coche.