Long Jian pensó que todo se debía a Jin Liwei que sus planes iban tan suavemente hasta ahora. Jamás pudo imaginar que la mayoría del trabajo lo había hecho Iris ella misma y que Jin Liwei solo la estaba asistiendo.
Iris sabía cómo la veía Long Jian, pero no le importaba, permitiéndole continuar pensando de esa manera. Era mejor que él la subestimara y la viera como una amenaza menor que Long Hui porque, aunque estuvieran aliados en ese momento, aún no podía confiar completamente en él. Después de todo, ambos apuntaban a lo mismo—ganar la batalla por la sucesión.
Después de su reunión, ella dejó Industrias Long y se apresuró a sus siguientes compromisos laborales. Su agenda de hoy estaba tan llena que apenas tenía tiempo para descansar. Incluso mientras viajaba de un lugar a otro, continuaba estudiando y trabajando dentro de la furgoneta ejecutiva.