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Long Hui no respondió. Al mencionar a Jiang Ying Yue y a su hijo, se sintió tan abrumado por los celos que no pudo escuchar de manera racional la explicación de Lin Yehan. Simplemente siguió mirando fijamente a Lin Yehan.
Lin Yehan podía sentir que sus palabras no estaban llegando a Long Hui, pero no se rindió y continuó explicando. Recordó la expresión desconsolada de Jiang Ying Yue cuando la pareja rompió a causa de las fotos incriminatorias. Se sentía consumido por la culpa, aunque sabía muy bien que no era su culpa. Él era inocente, al igual que Jiang Ying Yue. Long Hui simplemente estaba malinterpretando todo. Si solo el hombre le escuchara, entonces ese doloroso asunto podría resolverse, con suerte.
—Estoy diciendo la verdad. Realmente no hay nada entre la señorita Jiang y yo. Solo nos consideramos amigos por nuestras respectivas relaciones con mi hermano Liwei y tu hermana Xiulan.
—Dime, Lin Yehan. ¿Cuándo fue la última vez que viste a Ying Yue?
