Iris inclinó la cabeza hacia un lado mientras miraba a Jin Chonglin. —Liwei no se va a enfadar conmigo por algo así.
—Sí. Gran Hermano se enfada conmigo. Nunca contigo, su amada esposa —respondió Jin Chonglin. Había un pequeño lamento en su voz que todos en la oficina detectaron excepto Iris, que aún conservaba algo de su densidad. Además del sutil quejido, su gerente Lin Dong también detectó un poco de envidia y soledad.
Iris no se dio cuenta de nada de esto, sino que murmuró:
—Liwei a veces se enfada conmigo.
—¿Oh? —Los ojos de Jin Chonglin se iluminaron, enterrando sus sentimientos ocultos detrás de una expresión burlona—. ¿Qué tipo de travesuras hiciste para que ese hermano mío tan adorador se enfadara contigo, Hermana Xiulan?