Al día siguiente, Iris finalmente regresó al trabajo. Aún necesitaba cuidar de las heridas en su cuello y hombro, pero al menos ya no había peligro de que se infectaran. El dolor también era manejable y no le molestaba.
Se sentía emocionada y llena de energía ante la idea de sumergirse una vez más en su trabajo. Lo único era que varios equipos de guardaespaldas la seguían dondequiera que iba una vez afuera del Hogar Palacio del Dragón #10.
Un equipo la protegía de cerca, resguardándola de cualquier multitud. Un segundo equipo la seguía a unos metros de distancia. Otros dos equipos la protegían desde lejos. Iris no podía verlos con sus propios ojos, pero de alguna manera podía sentir su presencia. También confirmó sus ubicaciones con Ketchup.