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Jin Liwei y Lu Zihao no necesitaron explicar en voz alta por qué reaccionaron tan enérgicamente contra la idea de pedirle a Drakon que desenterrara las identidades de las personas detrás de la campaña de odio.
Actualmente Iris estaba herida. Deseaban que se concentrara en sanar y descansar. De ninguna manera le confiarían ese asunto, especialmente si creían que podían manejarlo ellos mismos. Pero si ella se enteraba por su cuenta, no la detendrían de tomar medidas siempre y cuando no interfiriera con su recuperación. Los dos hombres se miraron y asintieron entre ellos en entendimiento silencioso.
Sus subordinados continuaron informando a ambos. En ese momento no había distinción entre los grupos de Jin Liwei y de Lu Zihao. Era como si todos fueran un solo ejército reportándose y obedeciendo a dos comandantes.
