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Para la mayoría de la gente que observaba la actuación, el cambio constante de tempo y melodía sonaba divertido e increíble. Pero para los músicos que escuchaban, inmediatamente reconocieron el alto nivel de dificultad que Enrique Valdez estaba inyectando a la música.
Iris era quien más sufría las consecuencias de su mentor musical cambiando cosas continuamente en su canción. Eros y los otros miembros de la banda podrían haber mejorado mucho desde su colaboración musical, pero todavía les faltaba experiencia cuando se trataba de mantener el ritmo con las técnicas avanzadas y complicadas de un músico maestro como Enrique Valdez. Como resultado, tenía que volver a tomar el control de la música encubiertamente de su mentor una y otra vez, mientras hacía parecer que Eros todavía era quien dirigía todo como guitarrista líder.
