Lu Zihao se enderezó a su máxima altura y caminó con sus largas piernas para llegar al lado de Long Jinjing en solo unos pasos.
—Vamos, CFO Long. No hagas esperar a mi hermana —dijo él.
Long Jinjing frunció los labios, molesta de que el hombre siguiera llamándola hermana como si lo fuera. Pero por muy irritada que estuviera, decidió no decir nada. Podía sentir que el hombre era muy diferente de la directa Iris y del Señor Lu Jianhong. Lu Zihao era un hombre cuya verdadera profundidad no podía medirse en base a su apariencia despreocupada. Solo saldría perdiendo si decidiera competir contra alguien tan enigmático como él.
Así que lo ignoró, o al menos lo intentó. Todos sus sentidos estaban enfocados en su presencia. Ella empezó a caminar delante de él, pero en solo un momento, sus posiciones se invirtieron. Sus piernas eran más largas que las de ella. Ahora él caminaba delante de ella, mientras ella luchaba por mantenerse a su ritmo.