—De acuerdo —respondió Jin Liwei—. Lo espero con ansias.
Iris se levantó y rodeó su cuello con los brazos. Le bajó la cabeza y lo besó.
El beso se tornó ardiente en solo segundos. Él introdujo su lengua profundamente en su caliente boca, saboreándola. Ella respondió con la misma pasión. Sus lenguas lucharon y danzaron juntas, hasta que ambos quedaron sin aliento.
Movió sus manos a lo largo de su espalda hasta que descansaron en su trasero. Luego la apretó fuerte, provocándole a ella un profundo gemido.
Sus manos también bajaron por su cuello hasta su pecho. Se deslizaron dentro de su bata y la deslizaron por sus hombros desnudos.
¡Ring! ¡Ring! ¡Ring!
El fuerte sonido del teléfono los interrumpió. Era el de Jin Liwei. Ambos reconocieron que era su tono para llamadas de negocio.
Iris fue la primera en terminar el beso. Lo empujó suavemente —Contesta tu teléfono. Debe ser importante.
Jin Liwei la jaló de vuelta por la cintura. Parecía indeciso.