—Pareciendo un gato que se comió al canario —Iris le dio a Jin Liwei un beso desenfadado en la boca antes de deslizarse de encima de él para acostarse a su lado en la cama—. Estirando su cuerpo de manera perezosa, ella jaló el edredón sobre ellos y se acomodó en una posición confortable.
—Mmm... eso fue increíble. Voy a dormir un poco más... aún es temprano... —Y con eso, cerró sus ojos y se quedó dormida con una sonrisa satisfecha en su rostro.
Jin Liwei parpadeó, sin saber si reír o llorar. ¿Así que ella había terminado de usar su cuerpo y ahora que estaba satisfecha, iba a dormir? También la manera en que se acurrucó para dormir después de conseguir lo que quería era muy parecida a la de Helado. Se estaban pareciendo cada vez más a medida que pasaba el tiempo.
—Como una verdadera madre e hija —pensó, riendo entre dientes.