Iris no pudo evitar reírse entre dientes. Le divertía que el Abuelo Lu y la Abuela Li se parecieran tanto cuando los conoció en diferentes ocasiones por primera vez.
La Abuela Li levantó una ceja.
—Disculpe, Abuela Li. No me reía de usted. Solo recordé al Abuelo Lu haciéndome la misma pregunta —.
—¿Ah? ¿Así que él también preguntó si estás soltera o no? —La Abuela Li le lanzó una mirada de reojo al Abuelo Lu, entrecerrando los ojos—.
—Hermana Zhiruo, ¿por qué me miras así? ¡Quiero saber! Como dice el dicho, ¡el madrugador consigue el gusano! —.
La Abuela Li alzó la barbilla hacia él —. Pero este gusano tiene libre albedrío, así que tiene derecho a elegir con qué pájaro quiere estar —.
—¡T-tú! ¡No te atrevas! ¡Mi pájaro tiene prioridad! —El Abuelo Lu parecía enfurecido—.
Iris sabía lo que significaba el dicho, pero no entendía de qué hablaban. Así que se volvió hacia Huang Yuyan, que estaba a su lado —. Tía Yuyan, ¿qué quieren decir? No entiendo —.