Fue una agradable sorpresa que Zenan fuera un hacker especial. Ainsley sabía que era vergonzoso pedir ayuda a Zenan, pero se armó de valor y lo hizo.
—Si ese es el caso... Hermano Mayor Zenan, ¿podrías ayudarme con este asunto? Por supuesto, te lo compensaré. Si quieres algo, solo dilo y te lo daré —dijo Ainsley.
Zenan tampoco fue cortés y no rechazó la oferta de Ainsley de ayudarla a cambio de un favor.
—Entonces, quiero tener un monstruo de rango medio especializado en reconocimiento o asesinato como mi recompensa. La Pequeña Ain me ayudará a contratar al monstruo. ¿De acuerdo? —preguntó Zenan.
—¡Trato hecho! Solo dime la especie del monstruo y trataré de encontrarlo. O si ya lo tienes, solo trae al monstruo y te ayudaré a hacer el contrato con él —respondió Ainsley.
—Bien. Iré a tu casa con el monstruo. ¿Qué te parece? Mientras también te ayudo a lidiar con el hacker. No te preocupes, el consejo de la mafia no lo sabrá —añadió Zenan.