—O te rindes o mueres lentamente.
Ante las palabras del Padrino, el comandante casi se ahoga y muere en el acto.
Maldición. ¡Realmente eres un maníaco!
El comandante pensaba que podrían morir rápidamente, y eso sería todo. Al menos no decepcionaron el nombre de su familia. Sin embargo, el Padrino no quería matarlos rápidamente.
Espera. Él ni siquiera tenía la intención de matar. Los que murieron fue solo porque perdieron demasiada sangre. Y aún así... el Padrino podría detener su sangrado para que no murieran…
¡Este hombre solo nos está empujando a rendirnos!
Rendirse ante el enemigo que ataca tu territorio era sin duda... algo humillante. Ningún miembro leal haría eso.
Desafortunadamente, el comandante era parte de los miembros leales..., ¡y no quería ser humillado de esta manera!
Pero quitarse la vida tampoco era una opción. Se sentía tan débil que ni siquiera podía morderse la lengua para suicidarse.
