—Ainsley sintió su corazón hundirse profundamente en la depresión —murmuró para sí misma.
La bebé miró la cola que se retorcía a unos metros frente a ella, y la comisura de sus labios también se retorció.
—Si este gato no puede ser tentado con comida seca para gatos, debería usar mi poder de encanto y habilidad de suerte —pensó Ainsley.
Ainsley no quería usar su carta más poderosa tan pronto, pero dado que el guardián sagrado no era realmente un gato ordinario, solo podía sentarse con las piernas cruzadas y empezar a usar su poder de encanto.
Un aura rosa envolvía lentamente el cuerpo de Ainsley desde su cabeza hasta los pies, y en el siguiente momento, un aura dorada comenzó a fusionarse con el aura rosa, potenciándola.
El poder de encanto de Ainsley emitía una longitud de onda rosa a lo largo del campo, extendiendo continuamente el aura rosa-dorada en diminutos puntos.