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En realidad, los niños ya eran considerados genios, pero comparados con Finley, Blair o cierta bebé que aún era muy pequeña pero mucho más poderosa que ellos, los niños estaban deprimidos.
—Ain, dime. ¿Cómo despertaste tantas habilidades siendo aún tan joven? ¿Y cómo es que eres tan inteligente que no pareces un niño pequeño? —preguntó Larsen.
—¡Sí, sí! ¿Nos estás ocultando un secreto? Ahora se supone que somos tus amigos, ¿verdad? ¡Tienes que compartir tu secreto para ayudarnos a ser más fuertes! —inquirió Azkar.
Ainsley solo pudo reírse de los niños y respondió con calma.
—Tuve la suerte de que el Padrino se interesara en mí, y también tenía bastante talento para ser chamán. Uhhh, el Padrino me está entrenando personalmente, así que... ¿cómo podría ser una niña pequeña ordinaria? —explicó Ainsley.
Los niños se dieron cuenta de esto y crearon una excusa perfecta para el despertar anormal de Ainsley.
