—¿Deberíamos atacar a otros jefes?
Ante la pregunta de Jevon, Ainsley levantó una ceja y lo consideró seriamente.
Ella tenía varios objetivos que le gustaría eliminar porque estas familias tenían negocios repugnantes que involucraban a niños.
Pero, ¿están los jefes todavía con vida, eh? Si no, no tiene sentido atacar a otras familias.
Ainsley se frotó las cejas antes de hacerle una señal a Martin con un gesto de la mano.
—Martin, encuentra a estos diez jefes, y si aún están vivos, dime de inmediato a través de tus Airpods.
Ainsley soltó de inmediato diez nombres de familias y dejó que Martin los memorizara en unos minutos antes de dejarlo ir.
—Sé rápido, ¿de acuerdo?
—Como desees, maestro. —Martin se inclinó solemnemente antes de transformarse lentamente en alguien más. El hombre hizo todo lo posible por escabullirse por el salón sin ser asesinado.
Por supuesto, Cellino estaba constantemente vigilando a Martin para protegerlo en caso de un accidente.
