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—¡Es demasiado arriesgado!
La habilidad de Ainsley de manipular la suerte era poderosa y tramposa, pero eso no significaba que no pudiera haber alguien que algún día pudiera contrarrestar su habilidad.
El mundo era grande y uno no podía estar seguro de ser invencible todo el tiempo. Incluso el Padrino cayó al final, ¿verdad?
Era lo mismo con Ainsley y el gobierno. ¿Quién sabe si había alguien en el gobierno capaz de vencer la habilidad de manipulación de la suerte de Ainsley?
Si Ainsley iba al territorio del gobierno y la atraparan allí... ¿quién podría ayudarla?
Realmente es... un movimiento riesgoso solo para obtener una licencia legal para la subasta de poción.
—Bueno, pero no sabemos si el gobierno insistirá en pedirle a Ainsley que se reúna con ellos cara a cara. Si es solo a través de una llamada telefónica, creo que está bien... —dijo Geraldine.
