Ainsley estuvo en profundos pensamientos durante varios segundos antes de que finalmente hablara.
—Primero, asegúrate de que ninguno de los miembros y aldeanos entre en contacto con el agua o el suelo contaminados —Ainsley no usaba su lenguaje adorable como antes, demasiado cansada para actuar de forma tierna.
Sin embargo, su gente no pensó que fuera extraño. Como mucho, pensaron que el Padrino había influenciado a la bebé igual que antes.
—Tenemos que decirles a los aldeanos que estamos reconstruyendo los territorios, por lo que mucho polvo y basura se mezclaron con el suelo y las fuentes de agua. Esto no les alertará sobre nuestro problema —aseguró.
—De acuerdo, jefa —Nouvan, el curandero del grupo, asintió a las palabras de Ainsley.
—Hum. Reúnan rápidamente comida y agua limpia para los aldeanos mientras arreglamos el daño. Debe haber una manera de limpiar el agua y el suelo contaminados... Solo necesitamos tiempo.
