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Cuando Ainsley amenazó a Axelle de esa forma, Axelle no tuvo más opción que abrir la puerta a regañadientes.
—P-por favor, pasa... —El elfo de piel azulada inmediatamente se escondió detrás de la puerta en cuanto la abrió para Ainsley.
Así, la bebé ni siquiera pudo ver a Axelle después de entrar en el laboratorio de pociones…
Aish, ¿por qué este elfo es tan tímido? —Ainsley inhaló profundamente y suspiró.
—Axwel, he vwenido para hablwar contwigo. Así que, ¡sawl! —Ainsley caminó alrededor del laboratorio y se sentó de inmediato en un asiento vacío cerca de la ventana.
Luego, la bebé esperó a que Axelle se mostrara mientras cruzaba las piernas de manera dominante.
Como Ainsley había dicho eso, Axelle solo podía obedecer. Lentamente salió de detrás de la puerta y se arrastró hacia el asiento vacío frente al asiento de Ainsley.
Coincidentemente, esa era la única mesa y un par de sillas que Axelle había puesto en su laboratorio de pociones, que nunca había usado.