—¿Wight (¿cierto)? Ain ish pwethy —Ainsley alzó la barbilla con orgullo, y su nariz se alargó. La bebé puso sus manos en la cintura y declaró orgullosamente.
—Soy bonita.
—...eso es bastante narcisismo.
—A-ahaha, sí —Finley estaba tan sorprendido que casi se mordió la lengua al responderle a la bebé.
—Eh. Esta bebé realmente no es una bebé ordinaria. Ya tiene tanta confianza a tan corta edad. ¿Cómo puede estar triste más tarde? De ninguna manera. Esta Ainsley... va a ser diferente de la que vi en mi última vida.
—Finley sonrió inconscientemente al pensar en el futuro cambiando poco a poco. Esto significa que su futuro también podría ser mejor.
Así, los dos empezaron a charlar el uno del otro, y en unas pocas horas, ya se habían convertido en mejores amigos.
Desafortunadamente, Finley sabía que era momento de irse antes de que el Tío Roger llegara a la biblioteca y revelara su identidad frente a Ainsley.
—Ain, creo que es hora de que me esconda —Finley miró la ventana no muy lejos de donde estaban con una sonrisa amarga en su rostro.
—Necesito irme. Solo vengo aquí para jugar por la mañana. Mis padres... aún necesitan que me vaya —Finley mintió descaradamente otra vez.
—¿Eehhh? Fwin, ¿todavía no puedes irte solo? —Ainsley entrecerró sus ojos y suspiró decepcionada. Pensaba que la verdadera edad de Finley ya debería ser de un adolescente, incluso cuando parecía un niño.
Es por eso que pensaba que Finley podría recorrer el mundo libremente como un hada real. Pero si todavía es menor de edad... no podría hacer eso, ¿verdad?
—Todavía no soy un adulto, Ain... T-Tengo que regresar a casa antes de que el sol deje de estar sobre nuestras cabezas —Finley señaló un reloj en alguna parte, y ya eran las 11 a.m.
—Ya habían hablado durante 2 horas.
—Ah, entonces, ¿cuándo puedo volverte a ver, Fin? —Ainsley agarró el dedo de Finley mientras bajaba la mirada.
El tiempo pasó demasiado rápido. No quería dejar ir a su único hada sin que volviera.
—Mmm, vendré a la biblioteca todos los días a las 8. Después, podemos ir a tu jardín o algo así... —Finley señaló todo el segundo piso de la biblioteca y movió su dedo hacia los árboles de afuera.
—Vendré sigilosamente. Ain, tú también, no dejes que nadie te siga —Finley mostró una sonrisa tenue. El chico ya no era tímido alrededor de Ainsley, pero seguía siendo cauteloso.
Como se esperaba de un hada. No, un fraude.
—O-okah. ¿Mañana? ¡Mm! Ain vendrá aquí. ¡Sola! —Ainsley asintió con energía. Le prometió a Finley que vendría sola.
—Vale, bien. Entonces...me iré ahora —Finley caminó hacia la gran ventana y lentamente la escaló. Cuando Ainsley vio esto, su corazón latía tan rápido que parecía que se iba a salir.
¿Me mostrará Finnie sus alas?
Como si conociera los pensamientos de Ainsley, Finley miró hacia atrás y sonrió con amargura.
—Si quieres ver mis alas, me temo que no puedo mostrártelas.
¡!
—¿P-por qué? —Ainsley casi gritó, pero reprimió su voz. Sería malo si Eliana y las empleadas del hogar la oyeran.
—Verás... nosotros, las hadas reales, solo mostramos nuestras alas a nuestra pareja predestinada… —Finley se rascó las mejillas rojas.
—Es por eso que raramente mostramos nuestras alas a los demás, incluso a otra hada. —Finley creó una mentira de tan alta calidad que Ainsley se dejó engañar al instante.
—Mmh... ¿es así de verdad? —Ainsley sacudió la cabeza, lamentando el hecho de que no podría ver las alas de Finley.
—Ah, pero mira, todavía podemos volar incluso sin alas. Las alas son como un objeto sagrado para las hadas reales. Así que, normalmente volamos usando magia de viento. —Finley guiñó un ojo mientras estaba parado al borde de la ventana.
Con solo un paso hacia adelante caería.
—¿Magia de v-viento? —Ainsley abrió los ojos sorprendida.
El libro nunca dijo nada sobre magia. Solamente decía que incluso las criaturas míticas usaban habilidades especiales.
—Quiero decir habilidad especial. Mira esto. —Finley abrió su palma, y de repente, una fuerte ráfaga de viento se reunió en su mano.
Cada segundo, el remolino en la palma del niño se hacía más grande y más fuerte. En poco tiempo, el viento envolvió el cuerpo de Finley y comenzó a elevarlo.
El cuerpo del chico flotaba en el aire, y el fuerte viento soplaba su cabello dorado. Aun así, el chico no le daba importancia. Solo miraba hacia atrás a Ainsley con el sol de fondo.
—¡Nos vemos mañana, Ain! —Finley rió de todo corazón antes de que el viento lo llevara lejos de la ventana. En solo un abrir y cerrar de ojos, Finley voló con el viento y desapareció de la vista de Ainsley.
Shaaa…
Solo quedaba un poco de viento alrededor de la ventana. La suave brisa acariciaba la mejilla de Ainsley, como si le diera un beso de despedida.
—Ah... se fue… —Ainsley miró al cielo azul donde vio por última vez a Finley. Su pecho se sentía un poco opresivo ahora que el hada se había ido.
Haish. Fue tan divertido, y ahora estoy sola.
Ainsley se dio la vuelta con la cabeza baja. La decepción inundaba su rostro, pero la niña no mantuvo su expresión de tristeza por mucho tiempo.
Fin dijo que volvería mañana a las 8 a. m. Debería confiar en él. Por ahora, hay otro asunto urgente que resolver.
Ainsley echó un vistazo a Eliana, quien todavía estaba enterrada entre pilas de papeles.
Debería ayudar a Elli a resolver el problema familiar. Pero primero, creo que debería empezar diciendo a los mayores que tuve un sueño profético.
Ainsley caminó alrededor del segundo piso, y tras encontrar las escaleras, bajó lentamente.
Se podía ver en los ojos de la niña que estaban llenos de determinación mientras se acercaba a Eliana.
¡Tengo trabajo que hacer!
Ainsley finalmente comenzó su viaje hacia la cima.
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