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En el momento que Ainsley regresó, el bebé soltó un suspiro aliviado.
—¡Gracias a Dios que estoy de vuelta! Pensé que me quedaría encerrada en ese espacio un poco más...
De todos modos, ya que ha vuelto, debería buscar a su gente.
—¿Dónde están Cellino, el Padrino, Eliana, Jevon y los demás? ¿Todavía están aquí?
—¿Cuánto tiempo ha estado ausente?
Ainsley empezó a mirar a la multitud cerca de ella.
Dentro del dominio de la estatua del Padrino, los visitantes se quedaron inmóviles con los ojos apagados.
Están dentro de la ilusión generada por este dominio, mostrando la historia de la vida del Padrino.
Ainsley no sabía por qué no pudo ver la ilusión, pero qué más da. La bebé miró alrededor de la multitud para encontrar a su gente y, una vez que los encontró, suspiró aliviada.
—Están aquí. ¡Sanos y salvos!
Ainsley estaba tan inmersa en encontrar a su gente que se olvidó de que alguien la seguía de cerca.
