Ainsley esperó en su lugar, anticipando la aparición del legendario sistema. De hecho, el sistema no la decepcionó.
En solo unos segundos, decenas de puntos blancos se reunieron frente a Ainsley, como un grupo de luciérnagas. Los puntos blancos lentamente formaron la figura de un joven tan alto como el espíritu del Padrino.
Ainsley tuvo que mirar hacia arriba mientras entrecerraba los ojos debido a la luz santa emitida por esta figura de puntos blancos.
Srringggg…
Un sonido mágico, como de cuento de hadas, resonó por todo el espacio blanco, siguiendo la aparición de la figura.
—Hu… —el joven dejó escapar un suspiro suave, y su cuerpo se solidificó rápidamente. Su cabello negro hasta la cintura ondeaba en el aire mientras descendía lentamente al suelo.
Las largas túnicas blancas y azules que llevaba se movían con un movimiento de su brazo. Los puntos blancos no desaparecieron del todo y en cambio rodearon al joven, actuando como un efecto de fondo.