De hecho, el Abuelo Yofan aún quería prohibirle a Ainsley ir al casino en la capital. Sin embargo, con El Padrino presionándolo, ¿cómo podría negarse?
A lo sumo, solo tenía que hacer que los cinco capullos escoltaran a Ainsley a la ciudad o conseguir que uno de los 9 generales la acompañara.
¡Ainsley es más importante que la guerra territorial!
Al escuchar que se encontraría con los cinco capullos, Ainsley fingió sorprenderse e incluso preguntó quiénes eran esos chicos. El Abuelo Yofan le explicó pacientemente todo lo que debía saber sobre los cinco capullos de esta generación.
Aunque... Ainsley ya lo sabía todo.
En realidad, el que estaba curioso acerca de los cinco capullos no era la bebé, sino un cierto espíritu apuesto. El Padrino aguzó los oídos mientras escuchaba la explicación del Abuelo Yofan.
—Oye, mocosa. Esos cinco capullos... ¿realmente son genios? ¿Son tan fuertes como este señor cuando este señor tenía su edad?